Publicado por: Metal Blade Records
Fecha de Publicación: Octubre 5 del 2018
Género: Black Metal
Duración: 46:32 minutos
Miembros de la banda:
Adam “Nergal” Darski / vocalista, guitarra
Zbigniew “Inferno” Promiński / Bateria
Tomasz “Orion”
Wróblewski / Bajo
“I Loved You At Your
Darkest” Lista de canciones
1. Solve (02:04)
Arte del álbum |
2. Wolves ov Siberia (02:54)
3. God = Dog (03:58)
4. Ecclesia Diabolica
Catholica (04:49)
5. Bartzabel (05:01)
6. If Crucifixion Was
Not Enough…(03:16)
7. Angelvs XIII (03:41)
8. Sabbath Mater (04:56)
9. Havojeh
Pantocrator (06:04)
10. Rom 5:8 (04:22)
11. We Are the Next
1000 Years (03:23)
12. Coagvla (02:24)
Cuatro largos años desde el último álbum de Behemoth, la acusación no muy sutil "The
Satanist", se dejó caer. Este álbum particularmente desafiante, que siguió a la
muy publicitada pelea con la leucemia del líder Adam “Nergal” Darski, tenía un
valor que impresionó incluso a los fanáticos de Behemoth durante mucho tiempo.
Recién llegado de la gran gira de despedida de Slayer, Nergal y sus amigos
Inferno y Orion están listos para atacar al mundo del metal con el aplastante
"I Loved You At Your Darkest".
A pesar de su título suave (esta banda tiene un álbum
llamado "Zos Kia Cultus"), "I Loved You At Your Darkest"
nos saluda con ese torbellino de indiferencia familiar que anuncia con cero
incertidumbre que Behemoth está de regreso. La pista de introducción "Solve"
establece el tono en un nivel espeluznante, con un coro de niños que cantan
de manera inquietante un poco ritualista, mientras que las guitarras de Nergal perturban al darse cuenta de que esta es una
oda no de cálculo sino de Baphomet. En este punto, los "Wolves ov
Siberia" se lanzan tras su presa sin pretensiones en una breve y frenética
caza que recompensa al lobo con un merecido banquete. El espeluznante coro de
niños, escuchado anteriormente en el proyecto de Nergal en el campo de
bluegrass Me and That Man, regresa para otro recital desorientador sobre el
furioso "God = Dog", una joya que recuerda fácilmente el pasado de
Behemoth sin revivirlo. Este tema en particular resalta el tono de guitarra
orgánico y hermoso de Nergal, que brilla con una calidez difusa que falta en
muchos álbumes de metal sobreprocesados y pulidos. Si los tonos fueran un
arma, la alternativa sería una hoja afilada como un diamante que
afortunadamente guillotine a su víctima antes de que se den cuenta. Nergal
prefiere un objeto contundente que realmente inflige dolor.
Los problemas legales públicos de Darski en su Polonia
natal (donde la blasfemia no se considera un crimen sin víctimas) no lo
detuvieron de criticar al Vaticano por "Ecclesia Diabolica
Catholica", ni tampoco lo han detenido para invocar un panteón de demonios
y deidades desagradables de varias tradiciones sobre el excelente "Bartzabel".
Behemoth continúa con su pasatiempo favorito de la irreverencia manifiesta en
"Havohej Pantocrator" (en griego, "Jehová Todopoderoso",
excepto que Jehová se deletrea al revés), una inversión de la oración del señor
hizo aún más desconcertante por el rasgueo acústico de Nergal, y ese maravilloso tono de guitarra de
inframudno. Un estudio de cómo hacer música sin trucos, "Havohej
Pantocrator" se siente como el sucesor espiritual del álbum anterior “O
Father! O Satan! O Sun!”, Y nadie me va a decir que esa canción no le erizo la
piel.
"I Loved You At Your Darkest" lleva muy pocos
límites, aunque “If Crucifixion Wasn’t Enough” demuestra que el Death Metal de
calidad no tiene que depender de guitarras distorsionadas. Esto no quiere decir
que Behemoth se estanque; de hecho, "I Loved You At Your Darkest" le
ofrece a Darski la oportunidad de mostrar sus raíces de rock n roll, como en
los solos de guitarra de "Sabbath Mater". En este punto de su
carrera, sin embargo, Behemoth puede garantizar su un lugar en los libros simplemente por no
abandonar nunca su compromiso con la excelencia; "I Loved You At Your Darkest"
no muestra signos de piedad.
Calificación : 9/10
Si eres creyente, puedes ofenderte.
Si eres creyente, puedes ofenderte.
God Hates Us All estaria orgulloso...
Por Diego Garcia
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