Una breve lección de Metal

La música es parte de la nuestra vida cotidiana. Es un lenguaje universal que despierta emociones diferentes dependiendo el género. Hay varias interpretaciones de esta. Algunos prefieren música que tenga una letra inspiradora o con un significado. Otros prefieren un ritmo pegajoso con el cual puedan moverse, pero cada persona cuenta de un criterio musical. Es difícil pasar un día sin escuchar alguna canción o tener alguna interacción con ella.

Hay muchos géneros musicales, entre ellos el Metal y sus distintos subgeneros. Pero hay un trato diferente o un estigma hacia el metal. Uno de los comentarios más comunes es el famoso “Esa es música del diablo” o ¿Cómo puedes disfrutar de gritos?

Aquí les comparto mi experiencia como metalero.

Vivo en un entorno católico, el cual puede ser bastante extraño para una persona que disfruta de bandas como Slayer o Cannibal Corpse. A pesar de escuchar metal soy católico, aun así, he sido condenado al infierno varias veces, por mucha gente, solo por la música. Es algo ridículo, esto me molestaba al principio y ahora es algo con lo que he aprendido a vivir.

La razón por la que soy fanático es simple: me da energía y es una forma excelente de desahogarme al tener emociones fuertes como la ira. Bandas como Opeth, metal progresivo, cuya composición musical es exquisita ayudan a encontarar un estado de tranquilidad.

El motivo de este blog es: la difusión del Metal, también Rock, en esta sociedad postmoderna. Al igual que tocar los temas taboos y estigmas que pone la sociedad en la música y especialmente los individuos.

Espero que les sea útil.